lunes, 28 de mayo de 2012

Humedad

Canción húmeda, de Ivan Ferreiro

Y aunque el agua nos separa y nunca llegamos a tocarnos
Me zambullo, resbalo, me enrosco y buceo
Abro la boca, y cierro los ojos, reduzco mi espacio al tuyo
tu mundo, tu agua.
Tus huesos, crujientes como tus besos, culpables de mis excesos
la noche no dirá nada, si tú no te quejas.
Donde se acaba mi boca, empezarán tus labios
comenzará el momento, cayendo en la rutina.
El movimiento tan mojado, tan urgente, tan seguro, tan ausente.
Tan pausado, me has mojado, me has mojado,
me has mojado el corazón por un instante.
Tan ausente, tan pausado. Me has mojado el corazón por un instante.
Y aunque el agua nos separa y nunca llegamos a tocarnos
en cada susurro, en palabras que tocan tus oídos.

Tus huesos, crujientes como tus besos, culpables de mis excesos
la noche no dirá nada, empezarán tus labios donde se acaba mi boca.
En cada susurro, en palabras que tocan tus oídos. Soy valiente.
Nos va a salir muy caro, tenlo claro.
Cayendo en la rutina.
El movimiento tan mojado, tan urgente, tan seguro, tan ausente.
Tan pausado, me has mojado, me has mojado,
me has mojado el corazón por un instante.
Tan ausente, tan pausado, te has mojado el corazón por un instante.
Tan sagrado, tan paciente, me has mojado el corazón, no tan valiente
sí, tan profundo, siempre caliente.
Me has mojado el corazón, y me he enganchado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario