miércoles, 30 de mayo de 2012

Oniria e Insomnia


"Ella no sueña más, ni él quiere despertar."

Estoy de vuelta mucho antes de lo que pensaba y me gustaría.
Pero ha vuelto a ocurrir. De nuevo, de mano de Love of Lesbian.
Mi alma se desgarró cuando 1999 llegó a mi vida, de forma tanto literal como metafórica, a principios de septiembre. Ésa canción me hablaba a mí, ¡hablaba de mí! ¿Cómo podríais saberlo, y justo en el momento exacto? Ya me tocó cuando en aquel festival, poco antes, os vi desde primera fila y mi primer 1999 estaba a mi lado.
¿Y qué otra cosa es la música si no los gritos hechizados que nuestras gargantas se callan?


Puedo sentir más con la música que con la mayoría de las personas. 
Puedo excitarme y sentir más placer con la música que con el sexo. Y no os confundáis, SOY adicta al sexo.

La música provoca tal obsesión en mi mente que ha sido necesario grabarla en mi piel.

Y no me retracto, nunca podré hacerlo, esa tinta se va conmigo a la tumba, y más después de mi última canción.
Oniria e Insomnia.

Insomnia, ¡Insomnia!
¿Por qué vuelve a hablar de mí?

Yo soy Insomnia, y espero a que Oniria me encuentre.
Confieso que me he equivocado en muchas ocasiones, que paseé de la mano del némesis que causó mi destrucción, y que al menos un par de veces creí de verdad que te había encontrado. Pero esta vez sabré verte, sabré que eres tú. Y mientras buscas en tus sueños, yo te espero en mis noches eternas de ojos abiertos.


Y prometo que, esta vez, no huiré. No me marcharé. Si de verdad eres Oniria, Insomnia podrá soñar. Atrévete a acompañarme.

"Llevan tiempo esperándose."


martes, 29 de mayo de 2012

Jarrón.

Imagina: un jarrón.
Está expuesto, esperando a que alguien se fije en él. Entonces, después de más o menos tiempo, capta la atención de alguien.
Al principio, provoca una sensación atractiva, inquietante. Lo examina con suma delicadeza, estudia todos sus recovecos, conoce todos sus secretos. Pero el tiempo no pasa en balde, ése jarrón llega un momento en que ya no le resulta interesante, es más, le molesta. Y en un determinado momento, ¿qué ocurre? Lo tira del expositor, y se rompe.
Con el tiempo, otras personas llegan al expositor, y ven a sus pies un jarrón hecho pedazos. Podrían juntar los trozos, aún son bastante grandes, pero provoca mayor placer dejarlos caer, y ver cómo se rompe en trozos más pequeños.
Alguna vez, alguien se paró e intentó juntar los trozos con el pegamento de su alma, pero ya eran bastante pequeños, de modo que al cabo de un tiempo, la exasperación da lugar a la derrota, lanzando el trabajo hecho contra el suelo, echando a perder todo el progreso.
El jarrón está hecho añicos, no se sabe ya si tiene solución, si alguien, algún día, tendrá paciencia y valor para arreglarlo.

lunes, 28 de mayo de 2012

Humedad

Canción húmeda, de Ivan Ferreiro

Y aunque el agua nos separa y nunca llegamos a tocarnos
Me zambullo, resbalo, me enrosco y buceo
Abro la boca, y cierro los ojos, reduzco mi espacio al tuyo
tu mundo, tu agua.
Tus huesos, crujientes como tus besos, culpables de mis excesos
la noche no dirá nada, si tú no te quejas.
Donde se acaba mi boca, empezarán tus labios
comenzará el momento, cayendo en la rutina.
El movimiento tan mojado, tan urgente, tan seguro, tan ausente.
Tan pausado, me has mojado, me has mojado,
me has mojado el corazón por un instante.
Tan ausente, tan pausado. Me has mojado el corazón por un instante.
Y aunque el agua nos separa y nunca llegamos a tocarnos
en cada susurro, en palabras que tocan tus oídos.

Tus huesos, crujientes como tus besos, culpables de mis excesos
la noche no dirá nada, empezarán tus labios donde se acaba mi boca.
En cada susurro, en palabras que tocan tus oídos. Soy valiente.
Nos va a salir muy caro, tenlo claro.
Cayendo en la rutina.
El movimiento tan mojado, tan urgente, tan seguro, tan ausente.
Tan pausado, me has mojado, me has mojado,
me has mojado el corazón por un instante.
Tan ausente, tan pausado, te has mojado el corazón por un instante.
Tan sagrado, tan paciente, me has mojado el corazón, no tan valiente
sí, tan profundo, siempre caliente.
Me has mojado el corazón, y me he enganchado.